Carta al Director «El destino no está escrito»

Señor Director:
El domingo de la semana pasada despertamos con una noticia alarmante: el número de adolescentes infractores creció un 9,8% en el último año, rompiendo una tendencia a la baja que se mantuvo por casi una década. Sin embargo, lo más preocupante no es solo la cifra, sino la indiferencia con la que solemos recibir este tipo de titulares.

En América Solidaria llevamos más de 20 años trabajando con niñas, niños y adolescentes de nuestro país. Sabemos que el destino de estos jóvenes no está escrito y que, además, no todos son infractores de ley. Conocemos cientos de historias de adolescentes que están transformando sus escuelas, sus barrios y sus propias vidas.

Cada adolescente que hoy cae en la delincuencia representa un fracaso compartido, porque detrás de cada cifra hay una historia de abandono, de adultos ausentes, de falta de oportunidades y de un sistema que, demasiadas veces, llega tarde. Siempre condenaremos la violencia —provenga de quien provenga—, pero eso no basta: debemos generar oportunidades de cambio.

No podemos seguir repitiendo que la adolescencia es una etapa perdida ni resignarnos a que el único destino para estos jóvenes sea la exclusión o el castigo. La neurociencia y nuestra experiencia en terreno nos han demostrado que aún hay mucho por hacer. La adolescencia es una segunda gran ventana de oportunidad, en la que, con las experiencias adecuadas, los jóvenes pueden transformar no solo su futuro, sino —y sobre todo— su presente.

No necesitamos más alarmas, sino un compromiso real para brindarles herramientas, espacios y oportunidades que les permitan reescribir su historia. Porque cuando les damos una oportunidad, la toman. La indiferencia, el miedo y la condena solo agravan el problema. Hoy tenemos la posibilidad de contribuir a construir mejores destinos, como aquellos que anhelamos para nuestros propios hijos. No los dejemos solos.